Wednesday, January 09, 2013

Los mejores álbumes de 2012

El 2012 ha sido uno de los años más fructíferos, en cuanto a producciones discográficas progresivas. De los álbumes que fueron publicados el año pasado, algunos podrían ser catalogados como los mejores de este milenio, hasta el momento.

Creatividad y versatilidad podrían ser las dos palabras que mejor describen esa intención que tuvieron artistas como Devin Townsend o Steve Hackett (ambos en este listado) al publicar sus producciones discográficas.

Sin más preámbulos, estos son los cinco mejores álbumes de Rock Progresivo del 2012:


5. Charles Darwin – XII Alfonso: además de ser un álbum musicalmente bien estructurado y tener una producción de alta calidad, Charles Darwin es el proyecto conceptual más ambicioso de 2012. A través de 3 discos (El primero titulado: 1809 – 1835, el segundo: 1836 – 1858, y el tercero: 1859 – 1882), la agrupación francesa XII Alfonso rinde tributo al gran científico, responsable de las más importantes teorías de la evolución.

XII Alfonso ha sido una de las bandas constantes en esos grandes proyectos musicales conceptuales de larga duración, organizados por Colossus y el sello francés MUSEA. Sin embargo, en Charles Darwin no hay canciones de 10, 15 o 25 minutos; la complejidad y elementos artísticos se evidencian esta vez en el concepto como tal y en la instrumentación del álbum, siendo común el uso de ukuleles, campanas tibetanas, entre otros instrumentos folclóricos.

Aunque las canciones tienen una duración relativamente corta, XII Alfonso conserva su esencia sinfónica progresiva, plasmada en sus canciones de 20 o 30 minutos que hicieron parte de proyectos como Odyssey, the Greatest Tale.

4. Epicloud – Devin Townsend: el científico loco del Rock Progresivo no deja de sorprender. Luego de su genial concepto que abarca desde el álbum Ki de 2009 hasta Ghost de 2011, bajo en nombre de Devin Townsend Project, el músico canadiense publicó el año pasado Epicloud. 

Devin Townsend, con su Devin Townsend Project, logró un gran recorrido musical, del ambient music presente en Ghost al metal más extremo de Deconstruction, que evoca sus años con Strapping Young Lad.

Epicloud es el gran resumen. Un sumario que abarca todas estas tendencias tan diversas de Ki, Addicted, Deconstruction y Ghost. La principal particularidad de Epicloud es que cada canción reúne todas esas formas musicales, lo que lo hace un álbum completo, lleno de atmósferas, a la vez con la fortaleza eléctrica característica desde los primeros discos y sin lugar a dudas, es una de las producciones más maduras de Devin Townsend.

3. echolyn – Echolyn: octavo álbum de la agrupación estadounidense de Symphonic Prog, Echolyn. El álbum fue titulado así, echolyn, con la primera “e” en minúscula, minimalismo artístico que contrasta con la grandilocuencia musical de este álbum doble.

“echolyn” abre con Island, que podría ser la canción más progresiva de todos los álbumes de este listado. Larga, con variaciones en las escalas, letras profundas, teclados dinámicos que recuerdan los mejores momentos del género en los años 70, y aunque su duración es de 16 minutos, al escucharla se siente que pasaron 30 o 40 debido a la progresión armónica, sin necesidad de salir de la instrumentación convencional del Rock Progresivo.

Para destacar también la imponencia vocal, tanto en esta canción como en todo el álbum, así como la versatilidad en la ejecución de cada una de las canciones. Hay momentos tan eléctricos como su comienzo mismo, con la guitarra de Brett Kull y a la vez pianos delicados y similitudes con Porcupine Tree en canciones como Speaking in Lampblack.

2. Genesis Revisited II – Steve Hackett: Pudo ser el primero de este listado. El segundo intento de Steve Hackett, ex guitarrista de la legendaria agrupación Genesis, por recrear las canciones más clásicas de esta banda.

Hay grandes diferencias entre este segundo volumen (álbum doble) de 2012 y Genesis Revisited, publicado en 1996. El primero fue mucho más experimental, mientras que el proyecto del año pasado es mucho más respetuoso y fiel a las versiones originales. Uno de los factores que más influyen en esa madurez alcanzada es la presencia de grandes músicos como Mikael Akerfeldt y Steven Wilson, entre otros. Este hecho hace que Genesis Revisited II se convierta en una obra maestra en la que aportan 3 generaciones de músicos; los más grandes del género en los últimos 30 años.

¿Alguno de los seguidores de Genesis en 1976 pensó que Steve Hackett podría hacer un disco en conjunto con uno de los músicos más representativos del Metal Progresivo, como lo es Mikael Arkefeldt? ¿Y viceversa?

Además, es un álbum que aborda las más grandes producciones de Genesis, incluidas Supper’s Ready, The Return of The Giant Hogweed y The Chamber of 32 Doors.

1. Lost in the New Real – Arjen Lucassen: el primer lugar es para el multi instrumentista holandés Arjen Lucassen, con su obra maestra que pasará a la historia como una de las obras más importantes del Rock Progresivo: Lost in the New Real.

Álbum doble conceptual que hace referencia y crítica al mal uso que el ser humano podría dar a las nuevas tecnologías, en este caso la criogenización. Un hombre despierta en un futuro muy lejano, añorando el tiempo pasado en el que vivió. Estos recuerdos llegan a través de la música, un recurso que utiliza Arjen Lucassen para, a la vez, rendir tributo a sus influencias como The Beatles, Pink Floyd, Queen, Led Zeppelin, entre otras. En Lost in the New Real participan varios de los músicos que han trabajado para sus otros proyectos, como Ayreon, lo que le da solidez, consistencia y permanencia en el tiempo a su música.



El segundo disco de este álbum es más explícito en cuanto al “tributo” que rinde a estas bandas, pues consiste en varias versiones, con el toque musical característico de Arjen Lucassen.

Elementos como el órgano Hammond, el Mini Moog o las flautas, ya indispensables en las producciones de Lucassen, son el sello definitivo del sonido progresivo de este álbum, aunque no son los principales factores para que sea el mejor álbum progresivo del 2012.

Lost in the New Real es un álbum impecable en cuatro sentidos fundamentales: música, letras, concepto y producción.